Clasificación de la Disfunción Eréctil

1. De acuerdo al momento de aparición:
a. DE primaria (10%)
b. DE secundaria (90%)
2. De acuerdo a la evolución:
a. DE aguda (36%)
b. DE crónica (64%)
3. De acuerdo a la intensidad:
a. DE absoluta o total (53%)
b. DE relativa o parcial (47%)
4. De acuerdo a la forma de aparición:
a. Brusca (49%)
1. Episódica y ocasional
2. Periódica y transitoria
3. Selectiva (de acuerdo a la compañera)
b. Gradual (51%)

A la clasificación de primaria, secundaria, situacional, periódica, selectiva, se puede agregar la clasificación etiológica: orgánica, psicogénica, mixta, y la clasificación de grado: Mínima, Moderada y Completa o también Leve, Moderada y Grave. Esta última tiene en cuenta el grado de rigidez, el tiempo de mantenimiento de la erección, la posibilidad de penetración a pesar de la flaccidez con ayuda manual.

Por último, la falla de la erección peneana ha sido una de las alteraciones que más ha preocupado a la humanidad, pues ya “los papiros egipcios señalan que se trataba de un problema común, los babilonios temían a la impotencia más que a ninguna otra cosa, los romanos vivían como una verdadera obsesión el temor a perder su impulso sexual y todo hombre soñó siempre con conservar su potencia indefinidamente”, dice Hirsh.

La erección, símbolo universal de la potencia y la fuerza, es la base de la
autoestima de los varones de casi todas las culturas. “No existe ninguna otra condición que sea potencialmente tan frustrante, humillante y traumatizante como la impotencia” dice Kaplan. “La impotencia masculina es el blanco de los chistes, se ve reflejada en las piezas teatrales, en las burlas, en las obscenidades, en los refranes, como el tema erótico más importante. El impotente... tiene la amarga certidumbre:
¡No es más un hombre!” , afirmaba Steckel.