miércoles, 2 de septiembre de 2009

Disfunciones Sexuales- Clasificación

En Sexología, las clasificaciones son siempre un instrumento transitorio, ya
que se actualizan continuamente, a la luz de la comprensión más acabada de diferentes aspectos: etiológicos, fisiopatológicos, y sobre todo anatomofisiológicos, de los cuadros analizados. La comprensión de las disfunciones sexuales ha tenido gran desarrollo en los últimos años.

Clasificaciones, carentes de actualidad provocaron la confusión reinante an-
tes de Masters y Johnson, aunque estos siguieron utilizando los términos “impotencia” y “frigidez”. Sobre todo, por haber sistematizado las fases de la respuesta sexual, modelo de normalidad al cual ha de referirse la disfunción. Naturalmente, el esfuerzo principal de estos autores consistió en haber establecido las pautas de la respuesta sexual normal y presentar luego un modelo de terapia sexual o terapia rápida, de gran eficacia. La clasificación de disfunción sexual la presentan estos autores desde la perspectiva de las posibilidades terapéuticas que descubrieran.

De las cuatro fases de la respuesta sexual: excitación meseta, orgasmo y reso-
lución, las alteraciones fundamentalmente señaladas por Masters y Johnson afectan las de la excitación y el orgasmo.

DISFUNCIONES SEXUALES
Masters y Johnson

FASE VARON MUJER

EXCITACION Impotencia Frigidez

ORGASMO Eyaculación Precoz Alteración orgásmica
Eyaculación retardada

INDEPENDIENTE Dispareunia Dispareunia femenina
DE FASE Vaginismo


Vemos que en la mujer hay trastornos disfuncionales que no tienen equivalente con la eyaculación precoz, y la propia impotencia. Y que el vaginismo tampoco
tiene equivalente en el hombre. Estas concepciones van a ser modificadas más adelante, pues faltan la fase del deseo alterada en ambos sexos y la alteración o disfunción sexual general, que es el trastorno de la fase excitación de la mujer. Y la mujer también puede sufrir de orgasmo precoz.

Más adelante estudiaremos las definiciones asignadas por cada autor a cada
disfunción. Sigamos con las clasificaciones.

Helen Singer Kaplan tomando como referencia su formato de respuesta
bifásica, proponía la siguiente clasificación:


DISFUNCIONES SEXUALES
Kaplan
FASE VARON MUJER

VASOCONGESTIVA Impotencia o disfunción eréctil Disfunción sexualgeneral

MOTORA Eyaculación retardada Disfunción orgásmica femenina
Eyaculación Precoz

INDEPENDIENTE Dispareunia masculina Dispareunia femenina
DE FASE Vaginismo



En el cuadro precedente observamos la equivalencia de las disfunciones de
acuerdo a la etapa alterada. Pero la dispareunia masculina y femenina aparecen
independientemente de las fases; el término significa coito doloroso. El vaginismo, que implica la contractura dolorosa que impide el coito de los músculos perivaginales, también aparece en cualquier etapa de la respuesta sexual, o mejor, desde la primera etapa, sin equivalencia en el varón.

La “disfunción sexual general” se caracteriza por ausencia de excitación en la mujer, y equivale a la disfunción eréctil del varón.

Cada etapa de la respuesta sexual es más o menos “vulnerable” para cada persona, tanto en factores físicos como psíquicos. El umbral de vulnerabilidad es menor en hombres y mujeres, en diferentes etapas. Por lo que se establece una mayor incidencia de disfunciones en directa relación con la vulnerabilidad.

Tomando las referencias teóricas de diversos trabajos de Kaplan, presentamos el siguiente cuadro.

VULNERABILIDAD DE LA RESPUESTA SEXUAL

FASE VARON MUJER
DE DESEO X XXX
VASOCONGESTIVA XXX X
MOTORA X XXX


Las diferencias de vulnerabilidad en cada una de las fases para el hombre y la mujer, responden al hecho de que la respuesta sexual es un fenómeno reflejo que se ciñe a los conceptos de “órgano de choque” y “vía final común” de los trastornos psíquicos y físicos por igual.

La inhibición aprendida y fácilmente condicionable de estas fases reflejas fisiológicas, expone a las mismas a múltiples causas que buscan su expresión mediante la contractura o la ausencia de respuesta. Se inhibe, pues, la descarga.

La mayor vulnerabilidad de la fase vasocongestiva o de la excitación masculina, determina la gran frecuencia de la disfunción eréctil, que, como sabemos, se trata de una disfunción inhibitoria. Sin embargo, la eyaculación está inhibida con una frecuencia mucho menor, de allí la menor vulnerabilidad, aunque la eyaculación precoz es muy frecuente. Pero allí se inhibe el control eyaculatorio. La mujer tiene una mayor vulnerabilidad en las fases del deseo y de orgasmo, que están condicionadas culturalmente para la inhibición.


Andrés Flores Colombino
Libro Disfunciones y terapias sexuales

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