viernes, 18 de septiembre de 2009

Otras Técnicas de Diagnóstico Para la Disfunción Eréctil

Además de las técnicas paraclínicas, hay técnicas de diagnóstico específicas103
para la disfunción eréctil, que es el trastorno que ha desarrollado mayor cantidad y
calidad de estos recursos. La comprobación de la “erección de la madrugada” comu-
nicada por el paciente es importante. Hay muchas técnicas en desuso, sustituidas por
éstas más eficaces y específicas: La colocación de una tira de estampillas o sellos de
correos alrededor de la base del pene durante la noche, permite comprobar si se pro-
duce una erección nocturna, por rotura en la línea perforada. La objetivación de su
capacidad erectiva tiene un efecto curativo en muchos casos, o en el peor de los casos,
aunque más no fuera una tranquilización. La pletismografía también se utiliza exclusi-
vamente.

1. Prueba de Fantasías Con Material Erótico
Se denomina también “estimulación sexual de tipo visual”, y se ubica al pa-
ciente frente a un vídeo que exhibe una película pornográfica, colocándole un calibrador
en el pene que mide la tumescencia. Se ha logrado mucho éxito en casos difíciles de
diagnosticar, con este procedimiento. Descarta el carácter orgánico del cuadro. Es
más práctico, sencillo y barato que la TPN.

2. Tumescencia Peneana Nocturna (TPN) o Laboratorio del Sueño
El monitoreo de la tumescencia peneana nocturna (TPN) se había transfor-
mado en una técnica de indicación ineludible para el diagnóstico del carácter psicógeno
u orgánico de la disfunción eréctil, hasta que se comprobó que el Laboratorio con
material erótico era más simple, barato y altamente eficaz. Pero si no se obtienen
resultados, puede aplicarse el estudio por TPN. El Rigiscan en un aparato que mide la
TPN con dos aros que miden el volumen y la presión en la base y el extremo del pene.
Si el resultado es normal, se producen de dos a cinco erecciones completas
durante el sueño, coincidentes con movimientos oculares rápidos o MOR (REM en
inglés: rapid eye movement), que duran de cuatro a veinte minutos cada uno.
La TPN posee determinadas características que se deben señalar:
1) Sólo un resultado normal es indicativo que el cuadro es psicógeno, pues un
resultado anormal no indica que necesariamente haya cuadro orgánico: la depre-
sión y el estrés dan resultados anormales y mejoran al superarse estos trastornos;
2) La TPN no mide la rigidez, sino la tumescencia o tamaño del pene. A veces
un buen tamaño pero poco rígido, no permite la penetración;
3) Puede arrojar resultados normales pues los factores inhibitorios psicológi-
cos no actúan, aunque se trate de cuadros orgánicos leves;
4) Sirve para evaluar tendencias en cuanto a extensión y gravedad del cuadro;
5) No es lo mismo aplicarla con un monitor domiciliario con registro controla-
do por un observador del hospital. Cada ambiente tiene sus ventajas y desven-
tajas.

En la evaluación de un paciente con trastorno eréctil, antes de cualquier otro
examen, puede indicarse el monitoreo de la TPN.

3. Estudios Hemodinámicos
La presión arterial del pene se mide con una manguito utilizado en pediatría
y un trasductor Doppler para medir las presiones sistólica y diastólica y el flujo sanguí-
neo peneano al mismo tiempo. La presión obtenida se relaciona con la del brazo y el
coeficiente normal es de 0.8 o más. Por debajo de 0.6 hay un trastorno vascular que
provoca disfunción erectiva. Este estudio no invasivo pero impreciso, dio lugar al
siguiente.

4. Estudio Doppler de la Circulación Peneana
Se registra la presión arterial en brazos, piernas y el pene, así como la curva
doppler direccional de las arterias cavernosa, poplítea, tibial y braquial. Se compara el
Indice de presión entre el pene y el brazo (índice pene-braquial) que idealmente debe
dar 1.00, pero es normal hasta 0.80. Se realiza luego un ejercicio de subir y bajar
escalones y se vuelve a medir el índice pene-braquial, que debe mantenerse o no bajar
de 0.80. Si el índice baja en reposo, es significativo de oclusión arterial del sistema que
llega a los cuerpos cavernosos. Si el índice baja solo después del ejercicio, muestra un
robo pelviano o fuga venosa por el esfuerzo y reclamo sanguíneo de la pelvis. Este
último dato ha perdido consistencia en los últimos años.

5. Estudio Eco Doppler Color de la Circulación Peneana
Es el mismo registro anterior, pero se revela en imágenes de echo-flow foto-
grafiadas, que muestran en calibre de arterias y venas del cuerpo cavernoso. Para
hacerlo más evidente, se utiliza papaverina y fentolamina que provocan una
vasodilatación que dura entre 30 y 60 minutos y ponen en evidencia los trastornos.
Descarta oclusión arterial, insuficiencia de retención venosa del plexo periprostático o
de Santorini, indica los datos clínicos que pueden ser suficientes para una cirugía
vascular de hemato-oclusión venosa o un by-pass arterial. Estos métodos no invasivos
son sumamente útiles y sustituyen a técnicas como el TPN. La tecnología aun tiene
mucho más que ofrecer al diagnóstico de las disfunciones sexuales.

6. Estudio de los Potenciales Evocados
El potencial evocado de la médula sacra viene a sustituir el antiguo reflejo
bulbocavernoso que también se efectúa y es fácil de explorar, y consiste en aplicar a la
piel del pene un estímulo eléctrico de unos 50 voltios que se dirige a la médula espinal
y regresa en 35-50 milisegundos. Explora el estado de los nervios periféricos.

7. Prueba de la Tolerancia a la Glucosa
No basta la glicemia simple, pues la disfunción eréctil puede ser la primera
manifestación de una diabetes aún no diagnosticada.

8. Otras Pruebas
El laboratorio con material gráfico o videos pornográficos, puede ser su-
ficiente para efectuar el diagnóstico de una disfunción eréctil psicogénica, Colocado
frente a un televisor y permitiendole la selección del material y el uso del zapping con
detención de imágenes, el consultante obtiene por sí mismo la estimualción adecuada
para una erección que puede ser registrada con un erectómetro. Es barato, fácil de
realizar y no hace necesrio el TPN y otros estudios no invasivos pero complejos.

El cuerpo-cavernograma consiste en la inyección de yodo en uno de los
cuerpos cavernosos con radiografía instantánea y control fluoroscópico. El contraste
revela las anomalías de los vasos del glande y todo el pene. A veces se impone una
arteriografía. Se puede realizar en todos los casos en que la erección no puede mante-
nerse por un minuto como máximo.
El erectrómetro es un anillo que se coloca en la base del pene y registra la
erección nocturna, en lugar del sello de correos.
Para la ausencia de eyaculación se recomienda el viejo sistema de “dormir
con preservativo”; o la observación microscópica de la orina postorgasmo para dife-
renciar el orgasmo aneyaculatorio y la eyaculación retrógrada.

En los casos de priapismo, si ha sobrepasado las 6 horas de duración, se
efectúan determinaciones de saturación de oxígeno en la sangre extraida de los cuer-
pos cavernosos, en función de las cuales puede estimarse el daño tisular causado por
el trastorno.

Finalmente, nunca se debe olvidar el interrogatorio sobre la ingestión de dro-
gas, medicamentos o cualquiera de las sustancias que tiene efectos causales de
disfunciones que analizamos.

La edad de los pacientes es fundamental para buscar determinadas causas.

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