martes, 8 de septiembre de 2009

Revisión Histórica de los Trastornos Sexuales en Psiquiatría


La evolución histórica del estudio de los trastornos sexuales por parte de la
Psiquiatría, ha comenzado por considerarlos como simples síntomas de enfermedades de fondo, por lo que su inclusión en la nosología psiquiátrica era innecesaria. Mucho ha cambiado la comprensión psiquiátrica de estos cuadros desde la publicación en 1952 del DSM-I, que fue el primer manual oficial de trastornos mentales con utilidad clínica y las diferentes ediciones de la Clasificación Internacional de Enfermedades CIE, cuya versión 6a coincidió con aquella.

En el DSM II de 1973 - famosa porque eliminó la homosexualidad egosintónica de la Clasificación de Enfermedades Mentales -, la dispareunia y la impotencia se incluían entre los trastornos psicofisiológicos génitourinarios. Recién en la Clasificación Internacional de Enfermedades ICD-9 de 1978 y su versión revisada ICD-9-CM de 1979, entre los “Trastornos neuróticos, de la personalidad y otros trastornos mentales no psicóticos”, aparece el Capítulo de “Desviaciones y trastornos sexuales”, donde solo se mencionan la frigidez, la impotencia y la dispareunia psicógena. Pero las clasificaciones y la mejor comprensión de estas afecciones han cambiado mucho hasta el año 2000.

En el DSM III publicados en 1988, aparecen los 5 ejes de evaluación
multiaxial de cada paciente diagnosticado, y en el Eje I aparece el capítulo de “Trastornos psicosexuales” que comprende el subcapítulo de “Disfunciones psicosexuales”, son ocho categorías. Mientras los estudios de Masters y Johnson de 1970 fueron ignorados por la psiquiatría, por fin se había incluido el aporte de la psiquiatra y psicoanalista Helen Singer Kaplan (54,55,57,58,59) de la respuesta sexual trifásica que comprendía el deseo, la excitación y el orgasmo, así como el término disfunciones.

Pero, al igual que en Clasificaciones anteriores, las desviaciones o parafilias y los trastornos de la identidad sexual aparecían considerados en primer lugar y por último las disfunciones sexuales.

En cambio, en el DSM IV (6) publicado en 1995, las disfunciones sexuales
aparecen en primer lugar, antes que los trastornos de la identidad y que las parafilias, y se les dedica una amplia consideración, con detalladas características diagnósticas, síntomas y trastornos asociados, curso, diagnóstico diferencial, y su relación con los criterios diagnósticos de investigación del CIE-10. Se cambia nuevamente el término Disfunción por el de Trastorno sexual. La clasificación de las disfunciones sexuales del DSM IV las explicamos en el siguiente texto.

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