martes, 15 de septiembre de 2009

Sociopatías y Factores Socioculturales

Siempre han estado en vigencia “sistemas represivos sexuales” que reglaron
la conducta sexual de los seres humanos en todas las épocas de la historia. De una
postura permisiva para el varón y más restrictiva, para la mujer, se ha pasado a una
relación más equitativa que aún no se ha consolidado, pero ha creado dificultades en
el ejercicio sexual masculino por las nuevas exigencias a que está sometido.

En el campo de la actividad sexual coital, el varón debe lograr una erección.
Pero la mujer no necesita tener cambios físicos notorios para realizar el coito, sí para
el disfrute sexual. El varón vive en una sociedad restrictiva para todos en materia
sexual, y a él se le hacen concesiones que debe “aprovechar”.

La popularización de los conocimientos sexuales ha otorgado a la mujer la
posibilidad de cuestionar el desempeño sexual de su pareja, derecho legítimo que
puede ser vivido como una amenaza castratoria por el varón, sobre todo si es sexista
y susceptible.

Se discute sobre la influencia de la clase social y el nivel cultural en la disfunción
eréctil. Los resultados de las encuestas son contradictorios y la presunción de que la
incultura vuelve más natural e ingenuo al varón, sufriendo menos interferencias emo-
cionales y racionales para un desempeño ‘animal’, no está confirmada. La confianza
de un varón educado sexualmente le otorga una potencia mayor. Pero generalmente el
varón se informa solamente cuando ya ha sufrido una disfunción sexual. La mujer
procura información sexual de manera más activa y profunda que el varón, al punto
que en los últimos lustros del siglo XX, el varón ‘sabe’ menos que la mujer sobre
cuestiones sexuales. Los talleres de educación sexual y los Cursos de Sexología son
atendidos y dictados en un 90 % por mujeres.

La experiencia prostibulatoria como forma de iniciación sexual es exclusiva-
mente masculina, los factores laborales influyen más agudamente sobre varones que
sobre mujeres salvo excepciones, y la superstición como factor desencadenante de
disfunción eréctil está descrita en la literatura, no así sobre las disfunciones de la
mujer.

En cuanto a la pareja, nosotros estudiamos algunas situaciones típicas
causantes de disfunción eréctil: la prematrimonial, de la noche de bodas, la causada
por las disputas, la anorgasmia de la mujer, los celos, el pudor y la intimidad no logra-
da y la disfunción sexual extramatrimonial. Pero preferimos estudiar estos problemas
conyugales entre las “causas diádicas” de la disfunción eréctil, en el ítem siguiente.

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