martes, 8 de septiembre de 2009

TRASTORNOS DE LA FASE DE ORGASMO II

Exceso de Control eyaculatorio o Eyaculación Retardada

Esta disfunción es denominada por Masters y Johnson (72) como “Incapaci-
dad eyaculatoria”, por el DSM III (5) como “Orgasmo masculino inhibido” o “Exceso de control eyaculatorio” y por el DSM IV (6) como “Trastorno orgásmico masculino”. Esta última denominación es confusa, pues la ausencia de control eyaculatorio o eyaculación precoz también es un ‘trastorno orgásmico masculino’.

Se caracteriza por la inhibición específica del reflejo de la eyaculación, manteniéndose una buena excitación y un buen deseo sexual. La persona tiene un impulso sexual generalmente muy alto, y una buena potencia, pero pese a pasar minutos y hasta horas - las que toleren la mujer y el varón - con el pene inserto y erecto, no logra eyacular intravaginalmente.

Es la antigua “Impotencia eyaculationis”, pero no se trata de impotencia, ya que precisamente la erección está indemne. Es la demostración clara de cómo puede disociarse una fase de la otra: la excitación y el deseo no alterados frente al orgasmo alterado. Equivale a la anorgasmia femenina en la clasificación de las disfunciones.

También admite clasificaciones de acuerdo a varios criterios:
1) Eyaculación retardada primaria: Cuando no se ha logrado nunca la
eyaculación intravaginal.
2) Eyaculación retardada secundaria: Cuando se gozó de buenas rela-
ciones sexuales hasta que se instaló la disfunción.
Hay además, diversos grados:
a. Situacionales: Sólo eyacula en sueños.
Sólo eyacula si se masturba a solas con fantasías eróticas.
Sólo por autoestimulación frente a la compañera.
Sólo por estimulación oral o manual.
No eyacula si la situación evoca conflicto o culpa.
No eyacula si la mujer muestra desagrado.
No eyacula sino después de largo tiempo.
b. Selectivas: No con determinada mujer, sí con otras.
c. Parciales: Es una forma clínica descrita por Kaplan (34), que abarca
sólo la fase eyaculatoria propiamente dicha y no la fase de
emisión, que se mantiene normal. No hay sensación de ali-
vio y descarga. Es la Eyaculación retardada parcial (ERP).
Respecto a la eyaculación retardada se repiten dos mitos:
1) Que es muy rara, cuando cada vez se diagnostican más casos en la
consulta;
2) Que las mujeres no se quejan de esta disfunción del marido, porque
ellas gozan mucho. Kaplan afirma que ello no es común, y que
ellas sufren tanto como en cualquier disfunción, y pueden interpretar
persecutoriamente que los compañeros las rechazan personalmente con
esta actitud, que ellas consideran voluntaria.

Esta disfunción es una causa frecuente de infertilidad de la pareja, menos
notoria que la disfunción eréctil, que es inocultable. En la ER, el hombre puede simular un orgasmo -al igual que la mujer - y puede descubrirse el hecho por un examen vaginal postcoito, que no presenta restos de semen.

Para el varón suele ser una experiencia muy dolorosa efectivamente, pues no logra la descarga, el placer culminante. Solo lo logra con la masturbación, muchas veces, y en esos casos puede prescindir del coito, evitándolo; o sólo lo logra con otra mujer que no sea su esposa, con graves consecuencias morales y sociales.

La definición propuesta por el DSM III (5), es la siguiente: El orgasmo mas-
culino inhibido es la “inhibición persistente y recurrente del orgasmo masculino, manifestada por un retraso o una ausencia de la eyaculación, tras una fase de excitación sexual adecuada”. Y agrega: “El mismo individuo puede reunir también los criterios de excitación sexual inhibida si en otras ocasiones existen problemas con la fase de excitación de la actividad sexual. En tales casos, deben anotarse ambas categorías de disfunción psicosexual”.

El DSM IV (6) formula la definición del “Trastorno orgásmico masculino”,
que adoptamos para este tratado, como la “ausencia o retraso persistente o recurrente del orgasmo, en el transcurso de una relación sexual que el clínico, teniendo en cuenta la edad del individuo, considerada adecuada en cuanto a tipo de estimulación, intensidad y duración”. Y el trastorno provoca malestar o dificultades personales e interpersonales.

Se debe diferenciar la inhibición o retardo orgásmico de dos cuadros clínicos que sí se acompañan de orgasmo, pero sin eyaculación externa: el orgasmo aneyaculatorio, en que la orina postorgásmica no tiene espermatozoides; y la eyaculación retrógrada en que sí los contiene. No son formas de eyaculación retardada, porque el orgasmo y la descarga sexual se producen.

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