martes, 15 de septiembre de 2009

Trastornos Endócrinos

El síndrome de Cushing y la Enfermedad de Addison, así como el
hipotiroidismo pueden causar trastornos del deseo sexual por disminución de la secre-
ción de testosterona. Hoy sabemos que la intervención directa de la testosterona en el
mecanismo de la erección es poco importante. Pero habida cuenta que la testosterona
actúa favoreciendo el deseo sexual, el cual a su vez provoca la liberación de Oxido
Nitroso, indispensable para la erección peneana de tipo cortical o erótico, existe rela-
ción entre testosterona y erección.

Por eso, aunque la indicación indiscriminada de testosterona en la disfunción
eréctil es un error terapéutico, es aconsejable indicarlo cuando se registran niveles
bajos de testosterona sérica libre. Nos interesan, pues, las causas más frecuentes de su
deficiencia:

Climaterio masculino: ocurre en el 10% de los varones, entre 55 a 65 años.
Es una entidad discutida, pero la edad por si sola baja los niveles de testosterona, y así
se consigna en las tablas normales.

Enfermedades testiculares: atrofia, castración, estrogenismo.
Hipopituitarismo: con hipogonadismo.
Medicación antiandrógena: indicado en el cancer de próstata, actúa por me-
canismo desconocido, asociado frecuentemente con deficiencia de testosterona, pero
la impotencia no mejora con ingestión de testosterona.

El bajo nivel de testosterona de debe además a: adenomas pituitarios,
hipotiroidismo, insuficiencia renal crónica, fármacos psicotrópicos como las
fenotiazinas; butirofenonas, tioxantenos, sulpiride; antihipertensivos: alfa-metildopa,
cimetidina, morfina y metadona.

Los altos niveles de prolactina, provocados por medicamentos como el sulpiride,
los fenotiazínicos, antiácidos y los tumores hipofisarios, provocan disfunción eréctil,
así como posible ginecomastia en varones. Como actúa en competencia con la
testosterona, su acción es doblemente indirecta para inhibir la erección.

Diabetes: Este es un gran capítulo, pues trata de una de las afecciones que
más frecuentemente provoca disfunciones sexuales. El 50% de los varones que son
diabéticos sufren de disfunción eréctil orgánica. Muchas veces, la misma es el primer
síntoma de la diabetes. Comienza por pérdida de la rigidez conservando la tumescencia,
y luego se instala de una manera progresiva la flaccidez peneana, con incapacidad de
penetración. A veces se acompaña de eyaculación precoz, pues se apresura el orgas-
mo antes que se produzca la pérdida de la erección. El mecanismo de acción es local
y general. A nivel de los vasos locales del pene, se observa una microangiopatía
diabética, con limitación de la capacidad vasodilatadora, a lo que se une una disminu-
ción de músculos lisos; una neuropatía autónoma, sobre todo simpática, de gran im-
portancia para la erección según las últimas investigaciones, a lo que se agrega una
disminución del neurotrasmisor simpático la norepinefrina en estos pacientes diabéti-
cos. Pero los efectos globales de la diabetes son determinantes en la disfunción eréctil.
Siempre debe investigarse una diabetes no diagnosticada en todos los pacientes que
consultan por disfunción eréctil.

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